Llantos del corazón ...

"Es mejor que no prosiga" es lo que recurrentemente me convence mi mente.

De verdad no quisiera, pero estoy confundido. Las vivencias únicas que pasamos, cada instante ha quedado impregnado en lo profundo de mi ser, es triste luchar consigo mismo después de haber vivido tanto. A veces pienso que no debió empezar, y que no debimos obligarnos a querernos tanto, pero son cosas uno no logra entender, son cosas que simplemente pasan. Pensé que lo tenía controlado, el veredicto es que no.

Ni recuerdo cuando empezó, ni tengo alguna imagen fija de incluso cuándo nos conocimos, suena gracioso, parecen dichos de la persona más desubicada del medio, pero déjenme decirles que así fue. No supe cuándo y dónde empezó.

Empezamos a compartir, como con cualquiera, pero tenía cierta ventaja, sabía más de lo debido. Sabiendo, continué, en realidad quise. Ahora ese querer me agobia, como acusándome.

Simplemente no puede ser.

Quise dejarlo en las manos del tiempo y del destino, pero tengo pena en el alma, el silencio diario lo único que hace es acusarme con la soledad. Que tonto, se supone que las cosas no deberían salirse de su cause, debería estar fríamente calculado, pero no, rebasó los cálculos he incluso está generando tormentos apocalípticos en mi enterior, simplemente no puedo con ello.

Alejarme y tratar de olvidar no solucionan nada. Pero no puede ser.

La única solución que ruego es que ... en el ocaso halle alguna esperanza para salir de esta tortura, quiero alegrarme, vivir, continuar, conocer y estar al máximo, pero me duele recordarte, tan inusual, exótica, rara, fuera de lo que había soñado ... ¡que tonto y estúpido!, chistoso ... sólo hubiese querido que no haya pasado tal como fue, porque sé que simplemente no puede ser.

Ruego a Dios, a mi vida y al destino que me quiten este yugo, porque sufro, sufro tanto y quiero librarme de él, socórreme, no me dejes, porque me dejaron y me siento engañado. Al final de cuentas sé que no puede ser, pero también sé que tengo pena de dejarte y de olvidarme. Créeme que es una de la experiencias más maravillosas de la vida, llorar por alguien.

Espero una respuesta lo más pronto posible, y querer librarme de esto que duele profundamente, Dios, en Ti confío.